El pelo es generalmente bastante delicado sufrimos de caída de pelo diariamente, no importa si es la cabeza, las cejas o las pestañas. Por lo tanto, debemos hacer un esfuerzo extra para poder cuidarlo y mantenerlo en buenas condiciones. Al igual que cualquier otro órgano, necesita de muchos nutrientes que le ayudan a crecer fuerte y saludable.
Por lo tanto, hoy te traigo un aceite que contribuye a la salud de su cabello. Hoy en día, hay muchos productos de belleza para cuidar nuestro cabello. Pero la mayoría de estos son muy costosos y no proporcionan los resultados deseados, en los peores casos aumenta la caída.
Además, se hacen con compuestos químicos, a largo plazo dañan nuestro pelo. Es por eso que le mostraremos cómo utilizar un aceite natural para mejorar la apariencia de su cabello. El aceite del que te hablo es el aceite de ricino. Es especialmente útil para promover la salud del pelo, de las cejas y de las pestañas. Pero además proporciona los nutrientes necesarios para su cabello, además de mejorar la apariencia de la piel.
Contiene Omega 9, que mejora la salud del cabello, así como los folículos. También es rico en ácido ricinoleico que cuenta con propiedades antifúngicas y antibacterianas. Este último es capaz de destruir hongos y bacterias que detienen el crecimiento del cabello.
Como resultado, promueve el crecimiento saludable del cabello.
Beneficios del aceite de ricino
- Promueve una hidratación profunda en el cabello.
- Deja el cabello sedoso y saludable.
- Termina con las puntas abiertas.
- Estimula el crecimiento.
- Fortalece el cabello.
- Previene la caída.
Uso del aceite de ricino:
El aceite de ricino se debe aplicar directamente en el pelo para darle fuerza y brillo. Debemos empezar con la raíz del pelo hasta llegar a la punta. Mientras que aplicamos, debemos dar un masaje suavemente al cuero cabelludo. Ahora, debemos dejar que actúe por un día entero, para finalmente lavarnos el cabello. Este proceso se repite tres veces por semana.
En el caso de las pestañas y las cejas, necesitaremos la ayuda de un cotonete o un trozo de algodón. Sólo debemos mojar cualquiera de estas en el aceite de ricino y después frotarla en esas áreas. Este proceso lo hacemos justo antes de irnos a dormir y lo quitamos al día siguiente.