Miles de “bichos” diminutos viven en el rostro de las personas, y su número aumenta cada año

La mayoría de nosotros ya sabemos acerca de la presencia de diversas bacterias y microorganismos en la superficie de nuestra piel.

Pero, como regla general, no representan una amenaza significativa para nuestra salud y nuestro cuerpo funcionará bien si nos atenemos a las normas de higiene adecuadas.

Ácaros que viven en el rostro.

Seguramente, es desagradable comprender que los pequeños ácaros también viven en la cara de casi todas las personas adultas. Y, por si eso no fuera ya suficiente pesadilla, su número aumenta cada año.

Uno de estos mini “bichos” es el Demodex folliculorum, un tipo especial de ácaro microscópico que puede sobrevivir y reproducirse exclusivamente en la piel humana.

Estos ácaros pasan la mayor parte de su vida en folículos pilosos y se alimentan con sebo, una sustancia protectora que retiene la humedad en la piel.

Por esta razón, sus poblaciones también se están desarrollando activamente en las zonas faciales más grasosas, como la frente, la nariz y la barbilla.

El número de estos microorganismos está regulado normalmente por el sistema inmunológico humano y, generalmente, los niños de hasta diez años no son libres de albergarlas en su rostro, ya que la infección ocurre a través del contacto con los adultos, en particular, las madres.

Si bien, algunas personas ni siquiera conocen la existencia de estos diminutos ácaros, otros asocian su presencia con varios problemas dermatológicos y, aunque la razón de su origen no se estudia todavía, se cree que son capaces de tolerar las bacterias patógenas y también contribuyen a la obstrucción de los folículos pilosos.

El Demodex folliculorum y sus síntomas:

El deterioro de la piel debido a la actividad de Demodex folliculorum puede ser perceptible en caso de los siguientes síntomas:

Aumento de la rugosidad y la sensibilidad (también una sensación de ardor).

Enrojecimiento, peeling o descamación, picazón de la piel.

Eczema.

Exacerbación irracional de enfermedades dermatológicas.

Las personas con un sistema inmunológico debilitado o que padecen de enfermedades crónicas de la piel, incluyendo dermatitis, acné, rosácea, blefaritis, alopecia, corren mayor riesgo de infestación de ácaros.

Valdría la pena señalar que la conexión entre Demodex folliculorum y todos estos problemas no se ha demostrado completamente porque la piel dañada puede crear un entorno favorable adicional para ellos.

Además, estos “bichos” diminutos pueden exacerbar los problemas dermatológicos mencionados.

La complicación más frecuente en las personas con una gran acumulación de estos parásitos en su cara es la demodicosis, la cual se manifiesta por el aumento de la sensibilidad de la piel y la aparición de enrojecimiento por la picazón alrededor de los folículos pilosos.

¿Hay un tratamiento para la Demodex folliculorum?

Si los ácaros diminutos no causan molestias, no hay necesidad de tratar esta afección. Sin embargo, se pueden tomar medidas preventivas para evitar su reproducción.

Local: jabón especial, tónico y ungüentos (recetados por el médico).

General: control de azúcar en la sangre y estilo de vida saludable para mejorar el sistema inmunitario: el médico encontrará la razón del debilitamiento del sistema inmunitario.

Como regla, es imposible deshacerse de Demodex folliculorum por completo y, aunque comprendemos que no es agradable darse cuenta de que los pequeños ácaros están presentes en la cara todos nosotros, existen formas de erradicarlos si notamos molestias.

Lo ideal es ir con un experto que nos recete tratamientos médicos para prevenir eficazmente su reproducción, lo que también puede funcionar como una herramienta adicional en el trato contra ciertas enfermedades de la piel.