La piel de mi rostro nunca ha sido de “porcelana”, si no tenía acné, eran puntos negros, manchas de sol, arrugas, paño… Por lo mismo, siempre me he preocupado por buscar productos de belleza o tratamientos que me ayuden a lograr que mi cara esté libre de impurezas.
Si bien me había funcionado uno que otro producto comercial, al paso de los días, las imperfecciones en mi rostro aparecían de nuevo. Para mi buena suerte, mi prima (casi segunda hermana) me pasó su mejor truco para lograr un rostro envidiable y a prueba de “selfies”.
Por eso, hoy te reto a que apliques en tu cara aceite de coco y bicarbonato de sodio y este será el efecto en un mes…
El bicarbonato de sodio es regenerativo y ayuda a eliminar las células muertas, razón por la que es un potente e insuperable exfoliante natural. Esto sin omitir que el bicarbonato de sodio cuenta con propiedades antisépticas y antiinflamatorias, por ello, es el mejor aliado para combatir el acné. El bicarbonato de sodio también ayuda a estabilizar cualquier desequilibrio en el pH de nuestra piel.
Por su parte, el aceite de coco es antiinflamatorio y un poderoso “escudo protector” contra los daños de los rayos UV en la piel, según un estudio publicado en el Journal of Traditional and Complementary Medicine.
Necesitas:
1 cucharada de aceite de coco
1 cucharada de bicarbonato de sodio
Preparación:
Vierte en un molde la cucharada de bicarbonato de sodio, la cucharada de aceite de coco y revuelve hasta obtener una pasta homogénea, es decir, libre de grumos.
Uso:
Aplica en tu rostro limpio y seco, evitando la zona de los ojos y la boca, deja actuar 20 minutos y, transcurrido este tiempo, enjuaga con agua tibia.
Usa esta mezcla de aceite de coco y bicarbonato de sodio, al menos cada tercer día en la noche, y en un mes le habrás dado “jaque mate” al acné, las machas y arrugas de tu rostro. ¡Qué esperas para incluir esta potente fusión en tu rutina de embellecimiento!